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"Solo dos legados duraderos podemos aspirar a dejar a nuestros hijos: uno, raíces; otro, alas" (Hodding Carter)

lunes, 10 de septiembre de 2007

"Nuestro hijo no duerme bien": ¿cómo mejorar su sueño?

Aproximadamente el 15% de los niños de 4 a 24 meses de edad tienen trastornos del sueño durante la noche. Se despiertan y lloran varias veces, para ser alimentados o para recibir atención de sus padres. Por lo general, estos episodios se presentan cada noche y, en la mayoría de los casos, el niño se ha comportado así casi desde que nació.

Todos los niños pueden despertarse después de soñar, pero muchos se vuelven a dormir por sí solos. El bebé que no ha aprendido a hacerlo, llora para que acuda uno de sus padres y si se le proporciona demasiada atención (por ejemplo, poniéndole el chupe cada vez que se despierta), no aprenderá a volverse a dormir sin ayuda. No hay que olvidar que cuanto mayor es el niño, tanto más difícil será modificar su comportamiento.

Si su hijo quiere ser alimentado durante la noche, deben saber que desde los cuatro meses de edad, casi el 90% de los lactantes pueden dormir más de 7 horas seguidas sin necesidad de tomar alimento. Los demás pueden aprender a hacerlo y, mientras tanto, alimenten a su bebé solamente una vez durante la noche, puesto que no necesitan más calorías adicionales para permanecer sanos. En todo caso, alimenten a su hijo a la hora de acostarse, pero no dejen que sostenga o se quede con el biberón y si necesita succionar algo, ofrézcanle un chupete o dejen que se chupe un dedo.

Si su bebé no se despierta para pedir alimento, pero sí llora durante la noche, no le responda o respóndale brevemente. El llanto no es perjudicial y los lactantes no podrán superar este problema sin llorar durante un tiempo. Cuando se despierte y llore, esperen por lo menos 5 minutos antes de entrar en su habitación o de prestarle atención. Si el llanto continúa, no se queden con él más de un minuto. Háblenle en voz baja sin encender la luz, pero no lo saquen de la cuna ni se lo lleven a su cama. Algunos llorarán más de treinta minutos pero luego se dormirán. Si el llanto persiste, pueden ir a verlo cada 15 o 20 minutos, tantas veces como sea necesario y si no pueden soportar el llanto, consulten con su pediatra.

Si parece que su hijo tiene miedo, si se aterra cuando usted sale de su habitación, si llora hasta vomitar o si en el pasado ha llorado sin parar durante horas, entre y tranquilícelo. Quédese tanto tiempo como precise para calmarlo, pero no lo saque de la cuna. De vez en cuando, salga de su dormitorio durante unos minutos para enseñarle que la separación la puede tolerar.

Los hijos de las madres que trabajan fuera de casa necesitarán, lógicamente, más mimos, consuelo y atención por la noche. Para los temores de separación, use una lámpara pequeña para ayudar a que la oscuridad sea menos atemorizante y deje abierta la puerta de la habitación para contrarrestar el temor causado por la ausencia de la madre.

Independientemente de la causa que trastorna el sueño de su niño, hay una serie de medidas que deben adoptarse para todos los casos:

- Acuesten a su hijo cuando esté soñoliento pero despierto. Muchos bebés acostumbrados a llorar de noche casi nunca son colocados en la cuna cuando están despiertos. Si el niño se duerme, ocasionalmente en sus brazos, está bien. Pero traten de ponerlo en su cuna todavía despierto porque, antes de dormirse, el último recuerdo debe ser de la cuna, no de su madre o de su padre.

- Si la cuna está en su dormitorio, cámbienla, si es posible, a otra habitación, de modo que su bebé no pueda verlos cuando se despierte.

- No cambien los pañales mojados durante la noche, a menos que tenga una dermatitis en la zona del pañal. Si tienen que cambiarlo, usen tan poca luz como sea posible, en silencio y no jueguen con él.

- Supriman las siestas largas durante el día. Si su bebé ha dormido una siesta de más de dos horas, deben despertarlo.

En conclusión, aunque los padres consultarán al pediatra su caso particular, la información presentada aquí es un criterio general de orientación que servirá de apoyo para ayudarles a comprender mejor el problema, tomar medidas y establecer hábitos normales y saludables del sueño de sus hijos durante la noche.
Adaptado de B.D. Schmitt, M.D. "Your Child's Health".